En carne viva
Dibujos: Rubén Pellejero
Guión: Frank Giroud y Florent Germaine
Astiberri Ediciones. Bilbao, 2010
Color. Cartoné
144 páginas. Tamaño 17 x 24 mm. 19 euros
A la venta el 26 de marzo
Dibujos: Rubén Pellejero
Guión: Frank Giroud y Florent Germaine
Astiberri Ediciones. Bilbao, 2010
Color. Cartoné
144 páginas. Tamaño 17 x 24 mm. 19 euros
A la venta el 26 de marzo
“Una pareja de carniceros adopta a Tristan, un niño deforme que, frente a la hostilidad de los demás, crece refugiándose en la pintura. Lleva un collarín para esconder su malformación, y sólo se expresa con gestos. Las únicas mujeres que lo miran como un ser humano son su madre y su tía, pero Tristan nota algo raro en su actitud hacia él, que se irá confirmando con los años. A pesar de las heridas de la vida, desgarrado por dentro y por fuera, Tristan lucha para imponerse en la sociedad.
Desde la Comuna de 1871 hasta el principio de los años 1920, Tristan descubre el universo de los
mataderos y de las galerías de arte, hasta volverse un genio de la pintura. Lienzos color sangre, secretos familiares celosamente escondidos, asesinatos misteriosos, el rojo domina en este fresco histórico con la revolución impresionista como telón de fondo.
Cerdos egoístas
Dibujos y textos: Andy Riley
Astiberri Ediciones. Bilbao, 2010
Blanco y negro. Cartoné
96 páginas. Tamaño 18 x 14 cms. 10 euros
A la venta el 26 de marzo
Dibujos y textos: Andy Riley
Astiberri Ediciones. Bilbao, 2010
Blanco y negro. Cartoné
96 páginas. Tamaño 18 x 14 cms. 10 euros
A la venta el 26 de marzo
Malvados, traviesos, tramposos…y soberanamente egoístas. Así son los protagonistas del nuevo libro de Andy Riley, unos perversos gorrinos que no temen ni a Dios ni al Diablo.
Coleccionan todo tipo de fechorías, desde las más nimias travesuras hasta las más crueles: llevarse todo el papel higiénico del baño, derretir con un secador de pelo ese muñeco de nieve hecho con todo el cariño del mundo, vomitar en el asiento libre del autobús en el que se iba a sentar una señora, o bloquear la salida de emergencia de un edificio en llamas, mientras se echan tranquilamente una partida de cartas…
Tras el éxito cosechado por la saga de Los conejitos suicidas (más de 30.000 ejemplares vendidos en España), Andy Riley demuestra una vez más un sentido del humor de lo más irreverente y políticamente incorrecto.
Coleccionan todo tipo de fechorías, desde las más nimias travesuras hasta las más crueles: llevarse todo el papel higiénico del baño, derretir con un secador de pelo ese muñeco de nieve hecho con todo el cariño del mundo, vomitar en el asiento libre del autobús en el que se iba a sentar una señora, o bloquear la salida de emergencia de un edificio en llamas, mientras se echan tranquilamente una partida de cartas…
Tras el éxito cosechado por la saga de Los conejitos suicidas (más de 30.000 ejemplares vendidos en España), Andy Riley demuestra una vez más un sentido del humor de lo más irreverente y políticamente incorrecto.
Tú me has matado
Guión y dibujos: David Sánchez
Astiberri Ediciones. Bilbao, 2010
Color. Cartoné
80 páginas. Tamaño 17 x 24 cm. 15 euros
A la venta el 26 de marzo
Guión y dibujos: David Sánchez
Astiberri Ediciones. Bilbao, 2010
Color. Cartoné
80 páginas. Tamaño 17 x 24 cm. 15 euros
A la venta el 26 de marzo
Turbio e inquietante, Tú me has matado es el primer cómic de David Sánchez, prepublicado parcialmente en la revista El Manglar (Dibbuks), dejando a más de un lector desvelado.
Cercano a las atmósferas de Lynch, Burns o Clowes, David Sánchez firma un debut sugerente y perturbador, que cautiva e incomoda a la vez.
Su estética muy pop, que recuerda también al universo de Tarantino, sirve una historia oscura y surrealista que sobrecoge, con “una impronta visual intensa” (Valentín Vaño, El Manglar).
Respecto al origen del cómic, David Sánchez confiesa que es adepto de la música americana de los años 50 y 60, y que ésa fue una fuente de inspiración importante para la ambientación de Tú me has matado. Su entorno más cercano también fue propicio para la creación de algunos de sus personajes: cuenta que sus vecinos son mormones americanos, y que un día unos testigos de Jehová llamaron a su puerta para darle panfletos, lo que alimentó de repente su imaginación…
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