Caraunio
Enrique Jiménez Beneite
No suelo leer comics de género histórico, pero en este caso concreto me llamaba especialmente la atención dada la afinidad geográfica con el lugar en el que se sitúa la historia. Y es que estamos ante la famosa historia del numantino Retógenes, también llamado Caraunio, que coincidiendo con el relato histórico en esta obra se nos narra su intento de escapar del cerco de Escipión para conseguir la ayuda de las ciudades próximas e intentar romper el asedio romano.
La acción nos sitúa en el año 133 a.C, es decir, el año en el que el asedio romano a la ciudad de Numancia terminara por hacer sucumbir a sus habitantes y con el que se dará fin a las Guerras Celtiberas; pero no avancemos acontecimientos, pues en ese mismo año un joven guerrero arévaco, Retógenes, intentara una ultima y desesperada acción para salvar su ciudad. Con la llegada de la noche y acompañado de otros guerreros intentaran atravesar el cerco de Escipión, pero finalmente y tras ser sorprendidos solo Retógenes y el inexperto Kauekas lo conseguirán. Cumpliendo su objetivo, el Caraunio llegara a la ciudad de Lutia para solicitar ayuda, que le recibirá a regañadientes pues temen del poder de Roma y son conocedores de la fama que precede a Escipión, no en vano otras ciudades arévacas ya han rehusado ayudar a Numancia por miedo a las represalias. Tras las deliberaciones del Consejo de la ciudad Retógenes recibirá la pequeña ayuda de unos 400 guerreros que partirán hacia Numancia, pero no será suficiente pues Escipión no solo cuenta con su fama…
Trabajar sobre un relato histórico siempre tiene la complicación añadida de que los lectores previamente ya han podido formarse una opinión con respecto al relato, ya que en cualquier caso conocerán el desenlace; pero Enrique Jiménez consigue en Caraunio construir una narración entretenida sin pretender rigor histórico, ya que introduce suficientes elementos imaginativos, convirtiéndolo en algo original.
La acción nos sitúa en el año 133 a.C, es decir, el año en el que el asedio romano a la ciudad de Numancia terminara por hacer sucumbir a sus habitantes y con el que se dará fin a las Guerras Celtiberas; pero no avancemos acontecimientos, pues en ese mismo año un joven guerrero arévaco, Retógenes, intentara una ultima y desesperada acción para salvar su ciudad. Con la llegada de la noche y acompañado de otros guerreros intentaran atravesar el cerco de Escipión, pero finalmente y tras ser sorprendidos solo Retógenes y el inexperto Kauekas lo conseguirán. Cumpliendo su objetivo, el Caraunio llegara a la ciudad de Lutia para solicitar ayuda, que le recibirá a regañadientes pues temen del poder de Roma y son conocedores de la fama que precede a Escipión, no en vano otras ciudades arévacas ya han rehusado ayudar a Numancia por miedo a las represalias. Tras las deliberaciones del Consejo de la ciudad Retógenes recibirá la pequeña ayuda de unos 400 guerreros que partirán hacia Numancia, pero no será suficiente pues Escipión no solo cuenta con su fama…
Trabajar sobre un relato histórico siempre tiene la complicación añadida de que los lectores previamente ya han podido formarse una opinión con respecto al relato, ya que en cualquier caso conocerán el desenlace; pero Enrique Jiménez consigue en Caraunio construir una narración entretenida sin pretender rigor histórico, ya que introduce suficientes elementos imaginativos, convirtiéndolo en algo original.
Mas información aquí.
5 comentarios:
Yo sí soy de leer comics de género histórico, especialmente si abarcan el periodo antiguo o medieval. Este que reseñas no lo conocía, la verdad, pero por lo que cuentas pinta bien...
¿Que editorial lo publica? ¿es fácil de encontrar? Una pena que no hayas incluído alguna lámina para hacernos una idea del dibujo...
Saludos!
Ups, perdona, no había visto el enlace al blog del autor!
Jolan, no esta editado por ninguna editorial, esta subvencionado por la Junta de Castilla y Leon. Las demas respuestas imagino que ya las habras encontrado en el blog.
Un saludo!
Muy agradecido por la reseña.
Enhorabuena por el blog y saludos.
Gracias a ti Enrique por tu trabajo!
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